Diez consejos para disfrutar del sol sin riesgos
Se trata de un hecho preocupante ya que, si bien es cierto que el sol tiene efectos beneficiosos sobre nuestro estado de ánimo, nuestra salud..., también puede tener efectos nocivos graves, y es imprescindible aplicar una serie de medidas que nos protejan frente a ellos.
La asesora médica de Cinfa, Aurora Garre, asegura que "el sol puede producir daños irreversibles en nuestra piel si al exponernos a él no tomamos las medidas protectoras adecuadas". Las lesiones más recurrentes y visibles son las quemaduras y el fotoenvejecimiento, provocadas por la radiación ultravioleta (UVB) y la radiación UVA, pero la doctora Garre explica que "nuestra piel también puede sufrir lesiones a largo plazo potenciadas por una radiación que no se siente, la infrarroja A (IR-A), que supone alrededor del 20% de las radiaciones del solares. Se trata de un calor seco que, como no aumenta la temperatura superficial de la piel, no sentimos. Sin embargo, sumada a la radiación ultravioleta resulta muy perjudicial, porque al penetrar en las capas más profundas de la piel, ataca a nuestras células agravando los efectos de la radiación UV, produciendo el envejecimiento prematuro así como el daño en el ADN celular precursor de las lesiones precancerosas de la piel como el melanoma".
Por eso, resulta absolutamente necesario fotoprotegerse de una manera correcta y completa, ya que, como asegura la experta de Cinfa, "la piel tiene memoria y los efectos nocivos del sol se acumulan con el tiempo. Cuidarla bien hoy significa salud para mañana".
Decálogo de consejos para una correcta fotoprotección:
1. Preparar nuestras defensas con una dieta rica en antioxidantes.
Los antioxidantes refuerzan las defensas naturales de nuestra piel frente a las agresiones del sol. Una dieta rica en frutas y verduras con vitamina E y vitamina C puede ayudar, así como un aporte extra de estas vitaminas en forma de complementos nutricionales. Puedes consultar a tu farmacéutico al respecto.
2. Utilizar fotoprotectores avalados científicamente que protejan frente a la radiación UVA, UVB e IR-A.
Dependiendo del tipo de piel, se debe aplicar un fotoprotector con factor de protección igual o superior al 30. Sólo algunos fotoprotectores incluyen activos que combaten también los efectos nocivos de la radiación infrarroja A.
3. Utilizar correctamente los fotoprotectores.
Es necesario extenderlos 30 minutos antes de tomar el sol y repetir la aplicación cada dos horas y tras el baño o el secado con la toalla. Una vez abierto el envase, se deberán usar en el periodo indicado para que no pierdan su eficacia.
4. Consultar los índices ultravioleta e infrarrojos.
Antes de la exposición al sol, se recomienda informarse de estos niveles a través de canales como la Agencia Española de Meteorología (AEMT). Ayuda a planificar las actividades al aire libre y a evitar la exposición en aquellos días en que los niveles de radiación son más perjudiciales.
5. Evitar la exposición solar en las horas centrales del día.
Los rayos solares son más fuertes entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde y, por tanto, más perjudiciales.
6. Proteger el cuerpo y la cabeza con ropa holgada y un sombrero.
Resguardar otras zonas del cuerpo que se suelen olvidar y que también sufren los efectos nocivos de la radiación solar, como los pies y las orejas.
7. Utilizar gafas de sol para evitar los daños oculares.
Es necesario que las gafas tengan una protección del 100% frente a los rayos UV, así como el certificado de haber superado todos los controles de la Unión Europea.
8. La sombra, una buena aliada.
Hacer uso de la sombra en espacios abiertos es una buena medida fotoprotectora. Hay que recordar que las sombrillas, los toldos y los árboles no protegen totalmente contra la radiación solar, por lo que será necesario aplicarse protección.
9. Extremar las precauciones en cualquier actividad al aire libre.
Las radiaciones solares se reflejan en caso de nieve (80%), arena (25%) y el agua o la hierba (10%) haciendo que se sumen sus efectos al incidir directamente sobre la piel. En estos casos, se deben emplear fotoprotectores con factores más altos.
10. Protegerse todo el año.
Aunque en verano hay más horas de luz y aumentan los niveles de radiación solar, los efectos del sol están presentes los 365 días del año, incluso en invierno, cuando hay menos luz solar o cuando está nublado, por lo que es necesario protegerse siempre.
By ulybug. Source: http://www.flickr.com/photos/ulybug/2132733/ {{cc-by-2.0}} category:Barbados category:beaches