El Hospital Clínico de Barcelona ha aplicado con éxito en 32 casos una cirugía mínimamente invasiva pionera en el mundo que permite extraer riñones de donantes en vivo a través de la vagina, a la vez que ha importado de Estados Unidos otra técnica para hacerlo a través del ombligo en los varones.

Antonio Alcaraz, jefe del servicio de urología del Clínico, explicó ayer que estas experiencias confirman la viabilidad de aplicar la cirugía a través de orificios naturales -conocida como NOTES y utilizada hasta ahora para extraer órganos tumorales- en la donación de riñones en vivo para trasplante.

Esta técnica de nefrectomía para trasplante supone un avance sobre la habitual cirugía laparoscópica, y evidentemente sobre la convencional cirugía abierta. Y es que los dos cortes realizados quedan escondidos en el saco vaginal, con un mínimo dolor posoperatorio, una reducida estancia en el hospital de 2 o 3 días y sin secuelas en la actividad sexual y reproductiva de la mujer.

"El resultado son unas pequeñas cicatrices por las que nadie diría que esa mujer ha donado un órgano para su hijo o su esposo"

De este modo se evitan las cicatrices de mayor tamaño de las intervenciones laparoscópicas.

Para atender a donantes varones, el Clínico ha importado de Estados Unidos la citada técnica de nefrectromía de puerto único, que posibilita realizar una donación de riñón en vivo por medio del ombligo, una intervención que deja una pequeña cicatriz de unos cuatro centímetros que queda casi semiescondida bajo el propio ombligo.

Anteayer, en el Clínico se practicó la quinta operación transumbilical para extraer un riñón. Uno de los principales objetivos de este nuevo sistema es que el órgano donado reciba riego sanguíneo el mayor tiempo posible.

Un equipo formado por integrantes del área de urología y uro-oncología del Clínico, del Instituto Clínico de Nefrología y Urología y de la unidad quirúrgica de trasplante renal inició esta serie de intervenciones en 2009, adaptando la técnica para extirpación de riñones tumorales.

Alcaraz señala que las mujeres suelen ser más altruistas, puesto que dos tercios de los donantes de riñón en vida son féminas, y el receptor suele ser un familiar, habitualmente un hijo o el marido, aunque también se han dado casos de donación entre hermanos.

El éxito de estas operaciones lo reflejaba ayer Concepción Giménez, una mujer que no quiso que su marido, Antonio Gonzales, tuviera que pasar a diálisis y que no tuvo miedo al saber que iba a ser sometida a una técnica pionera, cuyos resultados han sido publicados en la prestigiosa revista «European Urology».

"Era el padre de mis hijos; además no quería perder la paga y me dije: pues nada, al toro"

Bromeó esta granadina de 69 años, quien, también con una sonrisa en los labios, recordó el sencillo posoperatorio. "Me tomé un paracetamol y luego me echaron enseguida, no sé si por los recortes o por qué".

Concepción Giménez recalcó que se sintió especialmente contenta por haber "liberado" a sus hijos de tener que donar un riñón a su padre, "porque ellos estaban dispuestos a dar este paso".