La artrosis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones. Provoca dolor, inflamación e impide realizar con normalidad algunos movimientos cotidianos como abrir y cerrar las manos o bajar escaleras.

Los principales síntomas son: dolor en la articulación al moverla, rigidez en la articulación después de un período de reposo, entumecimiento o hinchazón, y crujidos o sensación de roce al realizar algún movimiento.

Es por ello que la organización del World Arthritis Day este año ha optado por el lema “Vivir mejor para envejecer bien”, lo que significa llevar unos hábitos más saludables en el día a día para poder mantener una buena calidad de vida a medida que la edad avanza.

En el caso de los pacientes con enfermedades reumáticas como la artrosis, estos hábitos saludables se traducen en tres claves:

  • Un estilo de vida activo y la práctica de ejercicio diario evitando sobrecargar las articulaciones.
  • Una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y azúcares y rica en fibra, vitamina C y Omega-3
  • Una actitud positiva a la vez que el apoyo de otras personas pueden ser de gran ayuda para afrontar la enfermedad y alcanzar el bienestar emocional

Todos estos cuidados pueden ayudar a mejorar los síntomas de la enfermedad pero en función del grado de artrosis y de su localización, suele ser necesario combinar estas terapias con medicación, ya sea con antiinflamatorios o analgésicos en las fases de la enfermedad en las que hay más dolor, o con medicamentos protectores de las articulación, como el condroitín sulfato y la glucosamina, específicos para tratar la artrosis a largo plazo y que alivian el dolor, mejoran la movilidad y tienen capacidad para frenar el deterioro de la articulación.