La electrosensibilidad se manifiesta con trastornos como ansiedad y nerviosismo, vómitos, dolores de cabeza, migrañas, mareos y pérdida de memoria, escozor de ojos, irritabilidad, insomnio, sensación de quemazón y eccemas en la piel.

Una de las fuentes de información sobre estas patologías que han aparecido en los reportajes emitidos por diversos medios de comunicación estos días es Joaquim Fernández-Sola, médico de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.

Sola publica a mediados de este mes un libro titulado Sensibilidad química y ambiental múltiple que lleva por subtítulo el esclarecedor Sobrevivir en un entorno tóxico. Yo mismo voy a encargar uno, inmediatamente a la editorial para leerlo y comentárselo a ustedes.

La sociedad es cada vez más sensible a los daños que pueden provocar multitud de productos químicos tóxicos que nos rodean y que ingerimos o la contaminación electromagnética que despiden las nuevas tecnologías inalámbricas, tan fascinantes por un lado pero tan oscuras por el otro (y este es sobre el que hay que indagar).

Para los que no lo sepan también se sufre alergia al WIFI. Las ondas de estas redes pueden generar lo que técnicamente se llama Hipersensibilidad a los campos electromagnéticos. Ya se han diagnosticado varios casos en España y sus principales síntomas son:

  • dolor fuerte de cabeza
  • irritabilidad
  • insomnio
  • inflamaciones en la piel

La radio pública vasca también ha realizado un programa que ha titulado Generación de electrosensibles, con testimonios de personas afectadas por la contaminación electromagnética. Qué contradicción que el tabaco (o fumar) vaya siendo acotado en cada vez más espacios pero que no ocurra lo mismo con los perfumes (cargados de sustancias químicas tóxicas) o con el Wifi. Éste, pese a la alternativa no contaminante del cable, se expande pese a que, como han documentado con sus mediciones algunos lectores de este blog y otras personas, en muchas ocasiones sus emisiones superan los límites saludables establecidos y eso que en nuestro país suelen ser elevados esos límites.

Más información: En el libro La salud que viene en el que se recogen testimonios de personas con electrosensibilidad y otras enfermedades emergentes.