Aunque los científicos ya habían trabajado en extremidades robóticas que algunos monos podían mover con la mente, estos nuevos resultados representan la primera vez que una persona puede dirigir con la mente, de manera controlada, una prótesis.



"Este es un salto espectacular hacia una mayor funcionalidad e independencia para las personas que no pueden mover sus propios brazos", afirma el investigador Andrew Schwartz de la Universidad de Pittsburgh. "Esta tecnología, que interpreta las señales del cerebro para guiar un brazo robótico, tiene un potencial enorme que seguimos  explorando".

"A medida que avanzamos, nos damos cuenta de que esto es aplicable a otros tipos de lesión cerebral traumática", resaltó la investigadora Elizabeth Tyler-Kabara en la Universidad de Pittsburgh. "La gente a la que podemos aplicar esta tecnología  podría ser tan amplia como lo sea nuestra imaginación."