Este estudio, que puede descargarse gratuitamente en la página web www.fundacionpfizer.org, analiza hasta qué punto y de qué manera la situación económica actual está afectando a la salud de los ciudadanos y, en consecuencia, a su calidad de vida.

A pesar de este deterioro, el 85,1% de la población se siente satisfecho con su actual situación personal y familiar. De hecho, casi la mitad reconoce que ésta no ha cambiado, mientras que uno de cada cuatro admite que es peor, por haberse quedado en paro y porque los ingresos son menores.

La principal preocupación es el trabajo, seguido de la salud, el empleo de un familiar y la crisis económica en general. Además, un tercio reconoce que ha tenido que modificar su cesta de la compra habitual debido a la crisis, sobre todo, teniendo que comprar más barato.

Respecto a la frecuencia de las prácticas de cuidado personal y del aspecto físico, el 41,9% de los encuestados confirma que ha tenido que disminuirla por motivos económicos.

De todos modos, el 59,4% asegura que acude al médico con la misma frecuencia que años atrás.

La percepción del futuro se presenta complicada: el 44,3% de los trabajadores por cuenta ajena tiene miedo a perder su trabajo en el próximo año, el 75,4% de autónomos y empresarios teme que la situación laboral vaya a peor y el 86,2% de los desempleados ve difícil encontrar un trabajo aceptable a corto plazo.