Nutira está formulado con 4.500 FCC (Food Chemicals Codex) de enzima lactasa por cápsula, siguiendo así las actuales recomendaciones de la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA).

Nutira suple el déficit orgánico de enzima lactasa y ayuda a descomponer y digerir la lactosa contenida en un vaso de leche, sin que, tras la ingesta del lácteo, se produzca ninguno de los síntomas propios de la intolerancia: diarrea, flatulencia o dolor abdominal. Dependiendo del grado de intolerancia, los síntomas también pueden producirse después de ingerir muchos medicamentos, bollería y pastelería industrial o embutidos.

La causa más común de la intolerancia a la lactosa es la pérdida progresiva de lactasa intestinal, un proceso natural que se acentúa con la edad. Sin embargo, en bastantes casos esta pérdida se produce en mayor medida o más rápidamente de lo que podría considerarse normal. La ausencia de lactasa intestinal hace que la lactosa no pueda ser convertida en sus dos monosacáridos constitutivos: glucosa y galactosa, de modo que no puede absorberse y pasa al intestino grueso, donde atrae agua y produce un exceso de gas. De hecho, un 15% de españoles tiene problemas a la hora de tomar lácteos, muy necesarios para evitar déficits de calcio y para complementar las fuentes de vitamina D, riboflavina y proteínas.

Nutira debe tomarse justo antes de ingerir un alimento lácteo o cualquier producto que contenga lactosa. Se distribuye en estuches de 30 cápsulas.