Bajo la dirección del doctor Manuel Perucho, el IMPPC se plantea como meta la medicina preventiva, que parte de tratar al paciente cuando tiene síntomas de una enfermedad. El centro ha empezado ya a trabajar con nueve equipos de investigación, que integran a 39 especialistas, número que se irá ampliando hasta llegar a los 70 a finales de año y hasta 150 cuando el instituto esté a pleno rendimiento.

Basada en la información que facilita la secuenciación del genoma, la medicina predictiva evalúa la susceptibilidad de las personas a desarrollar determinadas enfermedades para generar a partir de aquí prácticas clínicas preventivas. Perucho explicó que el IMPPC tendrá como labor identificar las bases moleculares que permiten predecir el desarrollo del cáncer, ya sea hereditario, familiar o esporádico, así como su tratamiento personalizado.

Por ahora, el instituto centrará su investigación en los factores de riesgo para el cáncer gastrointestinal y se coordinará después con otros grupos de investigación que trabajan con otros cánceres.

 

Tarjeta personal

Cada individuo dispondrá en el futuro, haciendo uso de la información del genoma, de una tarjeta personal con su perfil genético. Los datos contenidos en esta tarjeta permitirían conocer la susceptibilidad de cada persona a desarrollar determinados cánceres y facilitaría detectar la enfermedad en fases muy iniciales, incluso presintomáticas y, después, prescribir fármacos diseñados para ese paciente. Más adelante incluso se podría prevenir el desarrollo de un determinado tipo de cáncer.

La creación de un banco de ADN será uno de los pilares sobre los que trabajará el IMPPC. Cuando esté a pleno funcionamiento contará con 50.000 muestras de la población sana de Cataluña.