Según pública la revista médica "The Lancet", la técnica reducirá las complicaciones de las cirugías de este tipo y la morbilidad, y redundará en un menor riesgo de que reaparezcan los tumores en el útero con respecto a las técnicas utilizadas en la actualidad.

La técnica, denominada Resección Mesometrial Completa (TMMR por sus siglas en inglés) es una versión mejorada de la histerectomía completa tradicional, e implica una resección más precisa y con mayor adaptación anatómica, que evita dañar el sistema nervioso autónomo de la zona pélvica y minimiza el impacto post-operatorio.

El cáncer cervical o de cérvix uterino es el segundo tipo de cáncer más común en mujeres, y en países en vías de desarrollo es el más frecuente, con más de 400.000 nuevos diagnósticos cada año.

Durante más de 100 años la histerectomía total o radical, que consiste en la extirpación quirúrgica completa del útero (cuerpo y cérvix), ha sido el tratamiento habitual en las etapas tempranas de esta dolencia y ha tenido un alto índice de recurrencia.

Muchas pacientes experimentan posteriormente disfunciones en la vejiga y en los intestinos por el daño causado al sistema nervioso.

La novedad de este procedimiento consiste en que se extirpa el cérvix, la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta dentro de la vagina, y el tejido pélvico adyacente al tumor dado el alto riesgo de que ese sea el lugar que albergue la dolencia.

Sin embargo, se ha sugerido que la extensión del tumor local se limite al tracto mülleriano (las trompas de falopio, el útero, la vagina media y los mesotejidos delimitados embriológicamente) durante fases relativamente largas en su desarrollo natural.

También se considera que la extirpación completa del tracto mülleriano en los momentos iniciales de la dolencia puede mejorar el control de los tumores locales, al tiempo que se reduce la morbilidad asociada la intervención quirúrgica.

Para mejorar la histerectomía total tradicional y demostrar que las fases iniciales del crecimiento del tumor se limitan al tracto mülleriano, el profesor Michael Höckel, de la Universidad de Leipzig (Alemania) y su equipo evaluaron la eficacia de la TMMR sin radioterapia en 212 pacientes, en la fase inicial del desarrollo del tumor cancerígeno cervical, entre los años 1999 y 2008.

Constataron que con la aplicación de esta técnica la supervivencia sin recurrencia era del 94 por ciento en un periodo de cinco años, con sólo 10 pacientes que sufrieron una recaída.

Además, y pese a que un 63% de las enfermas tenía factores histopatológicos de alto riesgo, como nódulos linfáticos positivos y tumores de gran tamaño, el índice de recurrencia fue del 5%.

Se trata de un porcentaje mucho mejor que el 28% de repetición del tumor en mujeres intervenidas con la técnica tradicional.

La conclusión es que "la TMMR, sin necesidad de aplicar radioterapia, tiene el potencial de mejorar el grado de supervivencia entre un 15 y un 20 por ciento".