Una vez que lleguen a la escuela secundaria, los alumnos tendrán lecciones sobre la anticoncepción, el VIH y el sida, el embarazo y los diferentes tipos de relaciones, incluyendo uniones del mismo sexo y las uniones civiles, explica The Daily Telegraph.

La llamada Educación Personal, Social, Sanitaria y Económica se convertirá en obligatoria en la enseñanza primaria y secundaria a partir de 2011, que será regulada por ley. Las actuales normas permiten a los padres retirar a sus hijos de las clases de educación sexual hasta los 19 años.

El secretario de Estado para la infancia, la juventud y la familia, Ed Balls, ha indicado que, en la actualidad "una pequeña minoría" de los padres ejercen este derecho.

"Lo que ha sucedido durante los últimos decenios es que los tribunales ingleses han dicho que es importante lograr un equilibrio entre la capacidad de los jóvenes a tomar sus propias decisiones y los derechos de los padres", ha indicado.

Según Balls, "no tiene sentido" que la nueva legislación mantenga este derecho de los padres cuando los adolescentes pueden votar a los 18 años y mantener relaciones sexuales consentidas desde los 16.

Un estudio encargado por el Gobierno para medir la opinión de los padres revela que cuatro de cada cinco están de acuerdo en que los niños asistan a clases de educación sexual, aunque casi un tercio (30%) cree que los padres deben tener siempre la posibilidad de retirar a su hijo de las clases, no importa la edad que tenga.

Las escuelas podrán impartir la asignatura "en consonancia con el contexto, los valores y la ética de la escuela". Eso significa que los niños en escuelas religiosas podrán aprender su posición respecto al uso de los anticonceptivos al mismo tiempo que se les enseña el uso de los condones.

Balls indica que, por ejemplo, "las escuelas religiosas puden enseñar sus creencias como que los alumnos no deben tener relaciones sexuales fuera del matrimonio", pero no podrán negarse a enseñar anticoncepción basándose en que no creen en el sexo antes del matrimonio.

"Se puede promover el matrimonio, enseñarles que no deben tener relaciones fuera del matrimonio, pero no pueden negarse a informar a los jóvenes sobre la anticoncepción fuera del matrimonio". Para Balls, sólo porque los padres quieran que se enseñe a los niños su fe "no significa que no quieran que se les enseñe algo que es importante".