En realidad Ashley, que ahora tiene 31 años, padece una enfermedad genética muy rara conocida como fibrodisplasia osificante progresiva (FOP). Esta enfermedad es conocida como el "síndrome del hombre de piedra ", pues los músculos, los tendones y los ligamentos de quienes la padecen se transforman progresivamente en hueso.

Los médicos de la Denver Clinic for Extremities at Risk han construido para Kurpiel una prótesis de brazo que se une a su torso. Unos pequeños sensores mioeléctricos en la prótesis del brazo detectan las pequeñas cargas eléctricas que se crean cuando Kurpiel mueve un músculo. Unos pequeños motores y baterías hacen que la prótesis responda a esas contracciones, dándole movilidad.

Kurpiel es sólo uno de los cerca de 800 casos confirmados de FOP en todo el mundo , según la International Fibrodysplasia Ossificans Progressiva Association (IFOPA) . La enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual, por lo general aparece en la infancia y los que la padecen pierden gradualmente el control de la mayoría de sus miembros .

Ashley se está adaptando de forma rápida a su nueva prótesis de brazo, que le permite sostener una copa, manejar el móvil y comer.