En este sentido, esta experta recomienda mantener un horario para las comidas principales y "evitar los excesos, sobre todo en el consumo de alimentos hipercalóricos, muy grasos y de bebidas alcohólicas", apostando por incluir en todas las comidas una ración de vegetales y frutas, masticar despacio los alimentos y evitar acostarse al menos dos horas después de una comida copiosa.

En cuanto a la ingesta de alcohol, la vicesecretaria de semFYC Marisa Valiente insistió en que cuando se asiste a una celebración es necesario ser consciente de cuál es la tolerancia de cada uno al alcohol, basándose para ello en experiencias previas. "Es recomendable que cada uno decida con antelación qué cantidad de alcohol va a beber y nunca esperar a sentir los efectos para entonces controlar", advirtió.

Del mismo modo, pide alternar bebidas con y sin alcohol, y en especial con agua, dado que suelen ser celebraciones muy largas, en las que se ingiere abundante cantidad de comida y que se acompaña con mucha bebida.

Además, cuando sufra acidez, reflujo u otro problema de estómago, conviene evitar las comidas muy grasas, el exceso de fritos y los alimentos que suelen favorecer la aparición de estos problemas. Para los que, por el contrario, opten por hacer dieta tras las fiestas, deben evitarse los remedios milagro, y las dietas no recomendadas por los médicos o profesionales sanitarios.


Feliz Navidad.