Fertilidad masculina y calidad del semen
Existen factores que pueden mermar la capacidad reproductiva y dificultar la posibilidad de ser padre de modo natural, haciendo la salvedad de que la edad no es un factor influyente para el hombre a la hora de tener hijos:
Problemas en los espermatozoides
● Bajo recuento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el recuento normal de espermatozoides en el eyaculado del varón es de 20 millones por mililitro de semen. Si la mujer es especialmente fértil, se puede lograr la concepción con valores menores; de lo contrario, se necesitarán valores mayores para la fecundación. Si es necesario, hoy día se puede recurrir a las técnicas de reproducción asistida (FIV) o a la Inyección Intracitoplasmática (ICSI) para resolver este problema. Cuando no existe ningún espermatozoide en el eyaculado se emplean otras técnicas.
● Falta de movilidad. Hay varones cuyos espermatozoides tienen niveles de movilidad muy bajos. Se recurre entonces a FIV o ICSI, según los casos. Las causas de esa escasa o nula movilidad pueden ser ocasionales (infecciones) o permanentes (ligadas a alguna condición genética).
● Anomalías genéticas. Se pueden dividir en dos: anomalías genéticas en los cromosomas o genes y anomalías que sólo afectan a la línea germinal del varón, es decir, a sus espermatozoides. En función del tipo de alteración se pueden producir distintos acontecimientos: imposibilidad de embarazo, aborto, muerte fetal prematura, inducción de problemas genéticos en el niño… Este aspecto está hoy en día controlado mediante el estudio del cariotipo (conjunto de cromosomas) en el varón, la técnica FISH en los espermatozoides (hibridación in situ fluorescente) y otras pruebas para las enfermedades genéticas más comunes transmitidas de padre a hijo. El DGP (Diagnóstico Genético Preimplantacional) es una técnica clave para erradicar este tipo de anomalías en la descendencia, pues distingue los embriones sanos de los que no lo son antes de ser transferidos al útero materno.
● Factores desconocidos. Desde que en julio de 1978 viniera en Londres el primer bebé probeta, todavía queda mucho por hacer, pero siempre se va avanzando. El IVI acaba de aplicar en España una nueva técnica de selección de espermatozoides conocida como MACS (magnetic activated cell sorting o selección celular inmunomagnética). Esta técnica, además de valorar la morfología y movilidad de los espermatozoides, incluye otros factores moleculares implicados en la infertilidad que precisan de nuevos métodos de selección espermática. Esta nueva técnica permite mejorar la capacidad de fecundar al óvulo en un 10 por ciento y, por tanto, incrementa las posibilidades de embarazo.
Factores externos
● Malos hábitos alimentarios. La obesidad, el sobrepeso y los malos hábitos alimentarios están relacionados con una menor producción de espermatozoides. Una dieta pobre en antioxidantes (vitaminas E, A, C, B-12, carnitina, arginina, selenio, etc.) actúa negativamente sobre el ADN espermático. Otro importante micronutriente es el folato, esencial en el desarrollo de las células germinales.
● Consumo de alcohol. Los niveles de testosterona se ven afectados por el consumo excesivo de alcohol, así como la calidad y cantidad de los espermatozoides.
● Tabaco. El tabaco, unido al consumo excesivo de alcohol, no suma, sino que multiplica los efectos negativos sobre el sistema reproductor masculino. Afecta, como el alcohol, a la calidad y cantidad de los espermatozoides.
● Consumo de drogas. Diversos estudios han demostrado que altas dosis de marihuana (8-20 cigarrillos/día) se asocian a una disminución significativa en la concentración, motilidad y alteraciones en la morfología espermática. Otro tipo de drogas tienen acciones similares.
● Estrés. En varones sometidos a situaciones muy traumáticas y puntuales de estrés la calidad de los espermatozoides se ve seriamente alterada. En las parejas sometidas a técnicas de reproducción asistida, que pueden estar sometidas a una gran carga de ansiedad y estrés, también se puede dar este hecho y es muy importante la ayuda psicológica.
La menopausia masculina
A los hombres también les ocurre, aunque al parecer sólo afecta a una minoría y sin experimentar tantos sofocos. Los médicos lo llaman hipogonadismo. Para la mayoría este trastorno se conoce como “menopausia masculina”, que consiste en una disminución hormonal asociada al envejecimiento similar a la que sufren las mujeres.
Un estudio de la Universidad de Manchester (Reino Unido) realizado con 3.400 varones de entre 40 y 79 años de ocho países, concluye que la menopausia es en realidad un problema raro en los hombres, y de hecho sólo afectaría a un 2 por ciento de los varones, frente al cien por cien de las mujeres. En cualquier caso, el estudio también ofrece las claves para identificar las señales de alarma que pueden conducir a ese restringido club del declive hormonal. Los investigadores identificaron nueve síntomas, tanto físicos como emocionales, pero destacan, sobre todo, tres:
● Reducción de las erecciones matinales.
● Disminución de los pensamientos libidinosos o fantasías sexuales.
● Disfunción eréctil.
El estudio concluye que la presencia de estas tres señales junto a una reducción de los niveles de testosterona, la hormona masculina por excelencia, puede ser el aviso de que la “menopausia” ha hecho acto de presencia y pueden necesitar un apoyo farmacológico hormonal.