Alrededor de 40 mutaciones genéticas se encuentran asociadas al desarrollo de la esquizofrenia incluso en personas sin un historial familiar de la enfermedad, hallazgo difundido en la más reciente edición de la revista Nature Genetics.

Los genes intervienen en su aparición inclusive cuando no existen antecedentes y esto sucede porque el ADN de un individuo no es una réplica del código genético materno y paterno, explicaron científicos de la Universidad de columbia.

Según los expertos, durante la formación de óvulos y espermatozoides se producen mutaciones genéticas.

Investigadores de la Universidad de Columbia (EE.UU.) han demostrado que las nuevas mutaciones genéticas que alteran a las proteínas -errores genéticos presentes en los pacientes pero no en sus padres- están relacionadas con más del 50% de los casos de esquizofrenia no heredada. Los resultados han sido publicados en el último número de Nature Genetics.

A partir del análisis de 225 individuos, algunos esquizofrénicos y otros sanos, encontraron alteraciones en 40 genes asociados a la esquizofrenia.

Los resultados señalan el camino hacia la búsqueda de más mutaciones que contribuyan a la genética de la esquizofrenia; un paso necesario para comprender cómo se desarrolla la enfermedad. «La identificación de estos daños mutaciones de novo ha transformado radicalmente nuestra comprensión de las bases genéticas de la esquizofrenia», afirma Bin Xu, co-autor del estudio.

Este trabajo también ayuda a explicar dos enigmas: la persistencia de la esquizofrenia, a pesar de que las personas con la enfermedad no suelen pasar las mutaciones a sus hijos; y la alta incidencia mundial de la enfermedad, a pesar de las grandes variaciones del contexto ambiental.