La iniciativa ha sido promovida por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la primera institución dedicada a la investigación en Estados Unidos. Este organismo se une así al fondo de patentes para medicinas para el VIH lanzado por Unitaid, un sistema de financiación sanitaria sufragado mediante una tasa impuesta a los billetes de avión fundado por Brasil, el Reino Unido, Chile, Francia y Noruega en el 2006. Algunas farmacéuticas importantes, como puede ser el caso de Merck, Tibotec y Gilead, incluso se encuentran en conversaciones avanzadas para unirse a este fondo común.

Sin embargo, otras compañías, como GlaxoSmithKline o Pfizer, han declarado que, por el momento, prefieren llevar a cabo sus propios acuerdos con los fabricantes de genéricos de los países en desarrollo. Esta otra estrategia es la que ha permitido un floreciente mercado de fármacos genéricos contra el sida en países como la India o Brasil, con lo que también se permite el acceso de los antivirales a las personas con menos recursos.

Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos tienen varias patentes de medicamentos y tratamientos relacionados con el VIH. El acuerdo anunciado hace referencia a un tipo de medicamentos específicos conocidos como inhibidores de la proteasa, utilizados fundamentalmente para tratar las infecciones resistentes.