El estudio, que se publica en la revista 'PLoS ONE' y que fue presentado en rueda de prensa por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, ha demostrado que la enfermedad no avanza en los paciente cuyas células dendríticas son capaces de producir niveles de moléculas alfa-defensinas superiores a lo normal, lo cual ofrece nuevas expectativas terapéuticas, puesto que si se lograra que los pacientes produzcan más 'alfa-defensinas', también se aumentaría su capacidad de supervivencia ante la enfermedad.

El estudio indica que la infección es igual para todos los afectados, gocen de un alta presencia de alfa-defensinas o no, en cambio, cuando se encuentran en gran cantidad, logran que, aunque el virus nunca desaparezca de la sangre, no pueda viajar a través del resto del sistema inmunológico. Un tránsito que el VIH consigue con total facilidad de forma habitual.

La investigación es el resultado del trabajo realizado durante tres años por científicos del Hospital Clínico de Barcelona y forma parte de la tesis doctoral realizada por Marta Rodríguez-García, premio 'Emili Letang' del Clínic, y actual investigadora postdoctoral de la Universidad de Harvard en Estados Unidos.

Este descubrimiento puede proporcionar un mejor conocimiento y algunas pistas sobre cómo abordar las resistencias del paciente a la infección y abre una nueva vía en la investigación de alternativas terapéuticas para controlar el sida, ya que «si conseguimos estimular la segregación de estas moléculas, podremos conseguir que el paciente mantenga bajo control la enfermedad», según Josep Maria Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic y responsable del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer.