La protenía C reactiva (PCR) se encuentra en la sangre y si los niveles de ésta son altos es un indicio de inflamación en el organismo.

Debido a que el daño que se ve en la enfermedad coronaria es causado por la inflamación en las paredes arteriales, la PCR puede ser utilizada como un marcador general del riesgo de desarrollar ese trastorno.

Los investigadores estudiaron a niños de entre 1 y 17 años de los que casi un  70% tenían un peso normal, el 15% tenían sobrepeso,  el 11% eran obesos y el  3,5% eran muy obesos.

En los grupos de mayor edad, la proporción de los que estaban en la categoría de muy obesos con niveles altos de PRC era todavia más alta.

Es decir, entre los niños muy obesos de entre 15 y 17 años 83% tenía niveles más altos de PRC comparado con 18% de los niños con peso normal.


Ashley Cockrell Skinner, director del estudio, explica que "estos descubrimientos fueron una sorpresa. Estabamos detectando una relación entre el peso y la elevación de los marcadores inflamatorios mucho antes de lo que esperábamos".

La peligrosa asociación obesidad-inflamación-riesgo cardiovascular está ampliamente demostrada en los adultos y sugerido en los niños. De confirmarse la presencia de un proceso inflamatorio en los menores con sobrepeso, las consecuencias para su salud serían importantes ya que "podría incrementar las posibilidades de sufrir daño vascular a largo plazo", concluye el artículo.

Este estudio debería ayudar a los padres a entender la necesidad de tomarse en serio la obesidad de los niños.