Desde hace pocos días ya está a la venta en España Priligy, un medicamento de la compañía Janssen-Cilag recientemente aprobado por la Agencia Europea del Medicamento. Sus bondades han ocupado las noticias de televisión, prensa y radio… pero el consumidor apenas dispone de información objetiva sobre este producto.

Consideramos importante que sus potenciales usuarios estén correctamente informados sobre el producto y conozcan sus posibles riesgos, para que puedan tomar la decisión de la forma más adecuada.

De entrada, es importante tener en cuenta que Priligy se dispensa únicamente bajo prescripción médica por lo que sólo se puede adquirir si el médico considera que su uso está indicado y que el paciente puede tomarlo.

La historia médica del paciente ayudará a descartar posibles riesgos: efectos secundarios, contraindicaciones, interacciones…

Efectos adversos.

  • El síncope, más conocido como desmayo o lipotimia, es una pérdida transitoria de la conciencia producida por una caída brusca de la presión arterial. Se trata de uno de los efectos adversos más frecuentes de PRILIGY, tal y como se ha detectado en los ensayos clínicos previos a su comercialización. Los síncopes suelen precederse, aunque no necesariamente, de una sensación de mareo acompañada de visión borrosa, debilidad, ruido en los oídos, palidez, sudoración y náuseas. A veces estos síntomas “prodrómicos” se quedan en eso y no llega a producirse la pérdida de conciencia. Otras veces permiten que la persona pueda sentarse o recostarse antes de perder la conciencia, pero en ocasiones ni siquiera da tiempo.
     
  • Priligy está contraindicado en personas con determinados problemas de corazón, así como en pacientes que sufran insuficiencia renal grave o insuficiencia hepática moderada.
     
  • Además, puede interactuar con el alcohol, las drogas y otros medicamentos, por ejemplo, fármacos usados para tratar depresión, ansiedad o problemas psicóticos, pero también con antivirales o medicamentos contra las infecciones por hongos. Si su médico va a prescribirle Priligy y usted está tomando algún otro medicamento, no olvide preguntarle para asegurarse de que no existe ninguna interacción potencialmente peligrosa.

Priligy se presenta en forma de comprimidos, en dos presentaciones: 30 y 60 miligramos. La dosis recomendada es de 30 mg aproximadamente 1 a 3 horas antes de la relación sexual. Si el efecto es insuficiente y no hay efectos adversos, puede intentarse la dosis de 60 mg.Esta dosis no debe intentarse si con la dosis de 30 mg se produjo síncope o sus síntomas previos, ya que este efecto aparece de forma más intensa conforme la dosis es mayor. No debe tomarse más de una vez cada 24 horas.

Si una persona que ha tomado Priligy experimenta alguno de los síntomas que anuncian un síncope, hay que actuar con rapidez: debe tumbarse inmediatamente, de forma que su cabeza esté más baja que el resto del cuerpo, o al menos sentarse con la cabeza entre las rodillas hasta que pasen los síntomas.