A la hora de hacer una cesárea es necesario evaluar los riesgos y beneficios con el médico, a partir de todas las indicaciones de la intervención. En cualquier caso, la cesárea sólo puede realizarse como resultado de un consentimiento informado de la madre.

Los ginecólogos recomiendan la cesárea cuando por ejemplo:

  • parto complicado prolongado : pelvis anormal, agotamiento materno, malformaciones uterinas, posición fetal anormal, asinclitismo, hidrocefalia, pelvis demasiado estrecha.
  • sufrimiento fetal aparente
  • sufrimiento maternal aparente
  • complicaciones como pre-eclampsia o eclampsia
  • nacimientos múltiples
  • mala colocación del bebe, (cabeza hacia arriba en lugar de hacia la pelvis)
  • inducción del parto fallida
  • bebé muy grande (macrosomía)
  • placenta muy baja o placenta previa
  • evidencia de infección intrauterina
  • problemas de curación del periné


Sin embargo, diferentes especialistas pueden variar en cuanto a sus criterios sobre la recomendación de una cesárea.

No se debe olvidar entregar toda la infomación posible a la madre, no sólo sobre la cirugía, sino también sobre la anestesia y las posibles consecuencias que podría tener en los partos sucesivos, pese a que los partos naturales después de cesárea no son infrecuentes. Las cesáreas que se realizan hoy en día, generalmente se practican con una incisión horizontal siguiendo el recorrido de las fibras musculares., por lo que el útero mantiene su integridad y estará en condiciones de resistir las fuertes contracciones de un futuro parto.


En caso de duda, se trata de la madre siempre dialogue con su médico. Esto, si es posible, debería hacerse de forma planificada, a fin de poder reflexionar sobre qué hacer. Actualmente se permite al padre estar presente en la operación con el fin de apoyar y compartir la experiencia con su pareja.


Fotografía por Astaffolani (Trabajo propio) [GFDL undefined CC-BY-SA-3.0-2.5-2.0-1.0], undefined