Estas son las conclusiones de un estudio llevado a cabo en Francia, en el que se comprobó que las personas con gripe son contagiosas durante un día después de que comienzan los síntomas y sólo el 5 por ciento de los enfermos son contagiosos durante más de tres días.

"Estamos encontrando que los pacientes presentan muy poca infectividad cuatro días después de aparecer los primeros síntomas, por lo que a partir de ese momento ya es seguro volver a hacer una vida normal", afirma la investigadora del estudio Anne Cori, de la Université Pierre et Marie Curie de París, que estudia la propagación de enfermedades infecciosas.

La infectividad es la capacidad de un individuo para infectar a otra persona si esa  es vulnerable al virus.

Estudios previos habían estimado que el período de contagio de la gripe podía ser de entre 1 y 8 días. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las personas son contagiosas hasta cinco a siete días después de la aparición de síntomas.

Este último trabajo de investigación estudió la información recopilada a partir de experimentos de laboratorio en los que algunas personas se infectaron con gripe. La cantidad de virus en la nariz de cada persona en cualquier momento se utilizó para determinar cómo eran de contagiosas. Esta información se asoció a un modelo matemático para simular la propagación de la enfermedad.

En el estudio también se observó que las personas que presentan síntomas gripales deben ser aisladas rápidamente para evitar la transmisión de la enfermedad.

Los investigadores estiman que, en el mejor de los casos, una persona enferma podría reducir el número de personas a las que infecta en un 50 por ciento si se aísla o es  tratada dentro de las 16 primeras horas de presentar síntomas.

Este supuesto parte de que las personas no son contagiosas hasta que los síntomas aparecen - una suposición que se hace a veces con fines de investigación, pero que no siempre es cierta en el mundo real. De hecho, la mayoría de adultos sanos pueden infectar a otras personas un día antes de que aparezcan los síntomas.

En la práctica, y como norma general, se aconseja a los enfermos de gripe que se queden en casa hasta 24 horas después de que la fiebre desaparezca.


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