Las oscilaciones térmicas y la polución van a propiciar la aparición de un tipo de polen más agresivo y permanente en la atmósfera que, según los especialistas de Clínica Baviera, incrementará los problemas oftalmológicos entre los españoles.

La Organización Mundial de la Salud estima que una cuarta parte de la población sufre alergias oculares y en España hay seis millones de alérgicos. Esta dolencia afecta especialmente a las nuevas generaciones, ya que la padecen 4 de cada 10 menores de 30 años.

El Dr. Fernando Llovet, Director Médico de Clínica Baviera apunta que “El desencadenante más común de la conjuntivitis alérgica es el polen, aunque hay otros alérgenos muy habituales como los ácaros del polvo, el moho, algunos medicamentos y determinados maquillajes”

“Los síntomas más comunes son visión borrosa, lagrimeo, sequedad y ojos rojos aunque también puede aparecer goteo nasal, estornudos, tos, dificultad para respirar, picazón en la nariz, la boca o la garganta y dolor de cabeza sinusal. Todo esto genera en el paciente un estado de frustración, irritación y cansancio que puede llegar a provocar distracciones en la conducción y bajo rendimiento en el trabajo”

La mejor forma de prevenir los síntomas de la conjuntivitis alérgica es evitar, en la medida de lo posible, estar en contacto con el agente desencadenante, en este caso, el polen. “Para ello, debemos permanecer en lugares cerrados, usar gafas de sol grandes y envolventes y lavarnos frecuentemente las manos con agua y jabón, especialmente cuando cambiamos de ambiente y nos exponemos a agentes a los que no estamos habituados”, recomienda el Dr. Llovet.

“Una vez tenemos los síntomas, debemos acudir a nuestro oftalmólogo y nuestro alergólogo para que identifiquen el alérgeno que los ha provocado y nos recomienden el método apropiado para el alivio de la alergia ocular.”