Toda nuestra atención se focaliza en los defectos, o las partes de nuestro cuerpo, que no somos capaces de aceptar como pueden ser el flotador o los pechos. Debemos reconocer, por tanto, que la belleza depende en gran medida de la psicología.

Una encuesta realizada por LaClinique sobre una muestra de 250 hombres y 1000 mujeres, mostró que cada vez más y más personas recurren a la cirugía plástica.

En Italia y Alemania, la gente suele pedirle al cirujano plástico, con mayor frecuencia,  retoques en los pechos, sin embargo en España, comienza  a destacar la solicitud de cirugía en la parte más baja de la espalda, lo que se conoce como gluteoplástia. Lo que los españoles queremos en realidad es tener un culito duro y redondo.

Hoy en día, cualquier parte del cuerpo puede ser reconstruida, pero ¿es realmente necesario pasar por el cirujano plástico para resolver nuestros problemas, los cuales la mayoría de las veces no son sólo de índole estética?

Este comportamiento está vinculado a los modelos que se nos proponen a diario desde los medios de comunicación, que nos hacen desear un cuerpo perfecto, incluso en la vejez y eso no es posible lograrlo con ejercicio físico sino pasando por el quirófano.

En mi opinión, y supongo que en la de la mayoría de la gente, la cirugía sólo debiera emplearse en caso de lesión o enfermedad grave en la que fuera imprescindible la intervención del cirujano, pero esto es una quimera en la sociedad actual.

Resumiendo, ahora también el culo se ha convertido en una parte importante de nuestro cuerpo susceptible de ser operado. La intervención se realiza por medio de una nueva técnica que cambia la forma de las nalgas, mediante la inserción bajo la piel de alambres de suspensión hechos con materiales biocompatibles y que se reabsorben totalmente.


Fotografía por Titus36 (de:Image:Ass.jpg) [CC-BY-SA-2.5], undefined